10 días de cuarentena

No salgo desde el lunes de la semana pasada. Lo que quiere decir que hoy cumplo 10 días de cuarentena. Me he quedado en casa no sólo porque es la única manera de «flatten the curve» o aplanar la curva, sino porque también vivo con mis padres que son personas mayores.

La cuarentena tiene sus ventajas – queda más tiempo para compartir en familia, hacer ejercicio, leer, rezar, ver películas o series, hablar con amigos, armar rompecabezas, organizar los closets y cajones, descansar del maquillaje y el secador de pelo, administrar las finanzas personales, rebotar ideas de proyectos a futuro, entre otras cosas.

Por otro lado, también queda más tiempo para ver los noticieros y darse cuenta que el panorama tanto nacional como internacional no es nada alentador, así como también el aumento en el número de casos de personas infectadas tanto en Colombia como en el resto del mundo.

En lo personal, quisiera que este tiempo que ahora tengo en casa y que antes no tenía me sirva para sentirme más motivada e inspirada para escribir. Recuerdo que siempre que dejaba de lado mi blog era por falta de tiempo y, ahora que lo tengo, me cuesta trabajo organizar mis ideas.

Durante la primera semana de cuarentena me sentí muy bien de ánimo, hice bastante ejercicio y pude descansar. Pero hoy, en mi segunda semana, ya no me siento igual. Aunque físicamente me siento bien, mi mente está empañada con tantas noticias del virus, memes, chats y pensamientos negativos.

Hoy decidí sentarme a escribir un rato porque tengo el tiempo, porque sé que me hace bien y porque me limpia y me sana. Cuando escribo me desahogo y esto me permite organizar mis ideas acerca de aquellas cosas que no logro digerir del todo hasta que las escribo y manifiesto en mis propias palabras.

Las siguientes son algunas de las cosas que he aprendido de mí misma en éstos días de cuarentena:

  1. Disfruto mucho hablar con aquellos amigos con los que hace mucho tiempo no hablaba por falta de tiempo.
  2. Me gusta armar rompecabezas.
  3. Encuentro un poco frustrante hacer ejercicio de manera virtual.
  4. Me debilita la aplicación de «Houseparty» con más de dos personas.
  5. Amo a mi hijo con locura.

He cultivado aún más el tiempo de calidad que paso con mi hijo. El tema del aprendizaje a distancia («homeschooling») fue bastante desafiante el primer día, pero ahora se ha convertido en una experiencia por medio de la cual podemos fortalecer aún más nuestros lazos de amor y, por esa razón, me considero muy bendecida.

Por el contrario y, creo que muchos estarán de acuerdo conmigo, he padecido el distanciamiento de mis amigos y compañeros de trabajo, echo de menos la rutina, extraño ir al gimnasio, me siento privada de mi libertad, puedo palpar mucho miedo y, a la vez, percibo un peligro inminente en la calle.

Lo que si puedo decir con certeza es que esta experiencia cambiará nuestras vidas. Con toda seguridad, la mía ya ha cambiado para bien. Como meta, quisiera acercarme a Dios, desarrollar mi espiritualidad y tratar de escribir más en estos días.

Desafortunadamente y, como en todas las crisis que ha vivido la humanidad, en algunas personas el cambio será más notorio y en otras casi ni se percibirá. El que entendió, entendió.