2019

Mi blog «Borrongonga» nació en Boston, Estados Unidos después de una conversación casual con una amiga un día cualquiera.

Es un blog que relata mi experiencia con el cáncer de seno, mi recuperación, mi divorcio, mi maternidad 8 años después de semejante insuceso y, más recientemente, narra mis «aventuras» amorosas y recopila mis reflexiones al respecto con algunas píldoras psicológicas.

Empecé a escribir en inglés porque me encontraba en los Estados Unidos. Dejé de escribir un tiempo cuando recién me mudé a Colombia pues estaba pasando por momentos muy duros y difíciles a nivel personal. Cuando finalmente decidí escribir de nuevo, lo hice en inglés para darle continuidad a mi blog.

A ratos pensé en escribir en español ya que me encontraba en un país de habla hispana y, porque además, soy colombiana, pero sentía que había perdido un poco ese salero innato que tenemos los latinos al escribir (y al hablar) en mi lengua materna después de haber vivido 15 años en los Estados Unidos.

También, muchos de mis fieles seguidores sólo hablan inglés y no creía que era justo hacer un cambio tan brusco de un momento a otro. Siento que ahora es una buena oportunidad para escribir en español, pues ya vivo en Colombia hace más de tres años y, además, pienso seguir escribiendo también en inglés.

Durante el break de Navidad tuve la oportunidad de compartir con amigos y primos que viven en el exterior y vienen a pasar las fechas decembrinas en familia.

Este es el primer año desde que estoy de vuelta en Colombia que paso tan bien en diciembre. Me encontraba de vacaciones del trabajo asi que descansé mucho de la rutina, estuve de fiesta en fiesta celebrando la Navidad, recibí el 2019 más de una vez, pude relajarme viendo un par de series de Netflix cuando no me encontraba en algún evento y cerré las vacaciones con un maravilloso viaje a Lima, Perú con mi hijo.

Una de las series que vi durante el break fue la de Nicky Jam, cantante y compositor del género reggaetón. Sólo conocía sus canciones y por eso fue tan interesante conocer otros aspectos de su vida personal.

Me conmovió mucho su historia porque es una gran prueba de superación. Cuando la vida y carrera de Nicky se estaban desplomando y ya casi había tocado fondo, decidió darse una última oportunidad y comenzar de nuevo en Colombia.

Sólo cuando se da cuenta que era indispensable quererse a si mismo, es que su suerte empieza a cambiar, logra triunfar y nace la estrella que es hoy en día.

Me siento identificada con su historia porque sé que muchas veces no me he querido o valorado como debe ser.

Mi diagnóstico de cáncer de seno hace más de 12 años fue un frenón en seco y un cambio dramático en mi camino que me obligó a re-evaluar mi esposo, mi trabajo, mi vida y lo que quería de ella.

Después de eso, me prometí a mí misma que siempre pensaría primero en mí, que me valoraría suficientemente, pero desafortunadamente me tropecé con situaciones que me llevaron a no tomar las mejores decisiones. En medio de todos esos tropiezos y ese auto-descubrimiento, hoy en día soy mamá, lo cual es, sin duda alguna, la experiencia más gratificante de mi vida.

Soy consciente de los errores que he cometido y de las malas decisiones que he tomado, pero he aprendido a perdonarme por ello en vez de auto-flagelarme.

El 2018 fue un año maravilloso, en el cual logré cerrar varios ciclos, empecé a trabajar, logré perdonarme, sané, establecí un orden de prioridades de vida y comencé a aceptar mi realidad de madre soltera.

Me siento sana, tranquila y lista para abrirle mi corazón a la persona que sepa valorarme, respetarme y amarme, aunque a veces me invade la inseguridad y me pregunto si mi «aparente» vulnerabilidad es una tentación para muchos hombres…

Mi mayor temor es que los hombres piensen que soy una mujer desesperada porque soy una madre divorciada, razón por la cual no estoy de afán para decepciones. Por eso, mi atención en estos momentos la tienen mi hijo y mi trabajo – en ese orden.

Mi amigo Asis me dijo recientemente: «prométeme que te vas a querer, adorar y no vas a dejar que nadie más te lastime y no te trate como la excelente mujer que eres, ya que como tú hay muy pocas… Y, por favor, escribe en español…»

Con esta reflexión (en español) comienzo el 2019, el cual tiene pinta de ser un buen año también. Si me encuentro con la persona adecuada, está bien, pero si el menú del día no incluye buenas intenciones, entonces, como diría Nicky Jam en su acento portorro: «¡arranca p’al carajo!»